Nuestras lámparas germicidas UV están diseñadas para ofrecer soluciones eficaces de desinfección en diversos sectores. Las lámparas de UVC lejano emiten una longitud de onda de 222 nanómetros, que no solo es efectiva contra una amplia gama de patógenos, incluidas bacterias y virus, sino también segura para la exposición humana. Esto las hace ideales para su uso en espacios ocupados, donde las lámparas UV tradicionales representan riesgos para la salud. Por otro lado, nuestras lámparas de inducción sin electrodos operan a 253,7 nanómetros, proporcionando potentes capacidades de desinfección para el tratamiento del aire, superficies y agua. Ambos tipos de lámparas están diseñados pensando en la eficiencia energética, reduciendo los costos operativos mientras maximizan el rendimiento. Nuestros productos son adecuados para diversas aplicaciones, desde hospitales y escuelas hasta granjas y oficinas, asegurando un entorno más limpio y seguro para todos.